Se deja

K-milo rivera

Se deja de querer, y no se sabe por qué se deja de querer.


Es como abrir la mano y encontrarla vacía,
y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue.


Se deja de querer, y es como un río
cuya corriente fresca ya no calma la sed;
como andar en otoño sobre las hojas secas
y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer, y es como el ciego
que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren;
o como quien despierta recordando un camino,
pero ya sólo sabe que regresó por él.


Se deja de querer como quien deja
de andar por una calle, sin razón, sin saber;
y es hallar un diamante brillando en el rocío,
y que, al recogerlo, se evapore también.


Se deja de querer, y es como un viaje
destinado a la sombra, sin seguir ni volver;
y es cortar una rosa para adornar la mesa,
y que el viento deshoje la flor en el mantel.


Se deja de querer, y es como un niño
que ve cómo naufragan sus barcos de papel;
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.


Se deja de querer, y es como un libro
que, aún abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;
y es como la sortija que se quitó del dedo,
y sólo así supimos que se marcó en la piel


Se deja de querer y no se sabe
por qué se deja de querer...

 

  • Autor: K-milo rivera (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de mayo de 2011 a las 23:59
  • Comentario del autor sobre el poema: Si no te gusta la verdad que descubriste, no es problema de la verdad, sino tuyo.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 16
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