Niña pequeña y morena
 que me regalas dulzura
 no te atrevas a quererme
 no me entregues tu hermosura
Ya es muy tarde para mi
 que vuelvo triste y cansado
 de andar senderos perdidos
 recovecos malhadados
En ellos dejé la vida
 la ilusión y la inocencia
 sólo me dieron monedas
 cuando buscaba conciencia
Me miro las manos sucias
 de tanto amasar los días
 y no me atrevo a tocarte
 pues quien quiere no mancilla
Te enamoraste del brillo
 afiebrado de mis ojos
 y no sabes que relumbran
 enceguecidos de asombro
de contemplar a la muerte,
 de llorar en mil velorios
 donde enterraban mis sueños
 donde brotaba mi encono
Estos rasgos tan marcados
 estas huellas de mi rostro
 esconden todas las lágrimas
 que el viento secó de pronto
Soy esclavo de pasiones
 mi grillete es la carne
 sería tu perdición,
 tu salvación es dejarme
Olvidé amar con pureza
 no quiero ensuciar besando
 tu piel, tus labios, tu cuello
 la tersura de tus manos
¡Pero, si aún eres tan niña!
 a quien la vida es ajena
 y yo ya sólo soy sombra
 puro huesos, honda pena
Mi camino ya termina
 y el tuyo recién empieza
 yo soy el tiempo pasado
 tu hueles a primavera
No dejes robarte el claro
 retintinear de tu risa
 tus formas puras y bellas
 esa voz tan cantarina
Y si algún día me nombras
 que sea con gran cariño
 como el hombre que te dejó
 por lo mucho que te quizo
Cobija, abril de 2008
- 
                        Autor:    
     
	Pachuco (Seudónimo) (
 Offline) - Publicado: 13 de mayo de 2011 a las 22:53
 - Categoría: Sin clasificar
 - Lecturas: 118
 

 Offline)
			
Comentarios3
Lamentablemente, el poema se desconfigura al publicarlo. No se cómo lograr que se respete la separación de estrofas. Mis disculpas a los lectores.
HERMOSO SENTIR AMIGO , TODO AMOR, TE FELICITO , UN GRAN ABRAZO DESDE ESTE PAIS HERMANO
Gracias Elba, muy gentil en leerme. Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.