La polémica ronda al escritor francés Michel Houellebecq

Igual que los lectores de todo el mundo cuentan con un amplio conjunto de escritores a los que siguen y a los que admiran profundamente, también existen otros muchos a los que rechazan o denostan ya sea por su estilo o por sus temáticas.

Pero normalmente en este caso lo que suele ocurrir es que autores muy atacados cuentan a la vez con una parte del público que le es muy fiel y que le defiende a capa y espada, a contracorriente.

Esto es precisamente lo que le sucede al escritor francés Michel Houellebecq, que nació en el año 1958 en la Isla de Reunión.

Algunos de sus ensayos han sido muy conocidos en el mercado literario, sin embargo, el reconocimiento dentro y fuera de las fronteras del país galo le llegaría con su primera novela: Ampliación del campo de batalla.

En el año 1994 fue cuando se publicó dicho libro, cuyo éxito le llegó gracias al boca a boca, que gira entorno a la figura de un treintañero informático. Un joven que está cansado de su trabajo, de la dura rutina en la que continuamente expresa lo mismo para convencer a sus clientes de que efectúen una compra, y también de las mujeres.

Y es que tras dos años de absoluta soledad, sin pareja, está a punto de caer en una depresión si nada lo impide.

El éxito volvió a repetirse con Las partículas elementales (1998), una obra gracias a la cual se alzó con el Premio Nacional de las Letras para jóvenes talentos.

Pero a partir de ese momento y con la publicación del resto de su bibliografía comenzaron a erigirse enemigos en su contra tachándole de misógino o racista.

Y llegó la polémica

De todas estas formas intolerantes de ser se le acusó con la salida al mercado literario de Plataforma (2001) que tiene como telón de fondo el Islamismo radical.

Pero no menos polémico fue su libro Lanzarote que vio la luz en el año 2003. En él se toma a la isla canaria que le da nombre como escenario de la confluencia de diversos personajes durante unas vacaciones: una secta de azraelianos, un inspector de policía exiliado, una pareja de lesbianas…

Unas situaciones extremadamente peculiares como también lo son las de La posibilidad de una isla. En el año 2005 fue cuando se publicó esta narración que da voz y que toma como protagonista a Daniel.

Un hombre este que de forma fría y cruel da cuenta al lector de su vida como si se tratara de unas memorias.

Así, por ejemplo, expone sus vínculos con una secta que afirma que la inmortalidad existe o también sus diversas relaciones de pareja. En concreto, narrará las que tuvo con Esther e Isabelle, dos mujeres con las que descubrió no sólo el amor sino el sexo.

Y de todo ello informará al lector de manera muy explícita.

Por esta razón, para parte del público, Michel Houellebecq es un autor provocador, crudo y directo y eso les provoca rechazo. Pero para otros, esos valores son los que le hacen ser auténtico, innovador y diferente.

Para gustos los colores.



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