El color azul y el Modernismo

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El color azul y el Modernismo

La semana pasada publicamos dos artículos sobre el Modernismo literario. Hablamos sobre la publicación de Azul de Rubén Darío y lo que supuso para la literatura latinoamericana y también repasamos la vida de dos de las autoras más importantes de este movimiento vanguardista. Hoy vamos a centrarnos en la relación entre el color azul y el Modernismo, que podría ayudarnos a entender muchas cualidades del arte de este período histórico y apreciarlo mejor.

Historia del color azul

La importancia del color azul en el Modernismo se entiende partiendo un poco más atrás en la Historia del arte. No se entiende este movimiento sin el Impresionismo, movimiento que se originó en Francia, en la segunda mitad del siglo XIX. Los colores adquieren mayor importancia desde el Impresionismo, convirtiéndose en un elemento fundamental para los artistas que buscan causar determinadas reacciones en los espectadores. El realismo se ve invadido de nuevos matices de colores, que les otorga a las obras un carácter único. El Modernismo tomará la posta en esto: los colores comienzan a usarse para provocar emociones específicas en el espectador y, sobre todo, para transmitir emociones. La sinestesia y el uso de una coloración poco realista permitirá en este período generar reacciones nuevas provocando una transformación en el mundo del arte.

La llegada del color azul al modernismo proviene de varias vías superpuestas pero se cree que todas ellas parten del Romanticismo alemán, específicamente del grupo literario «la flor azul», cuyo símbolo era una rosa azul que representaba el anhelo imposible de conquistar. Una rosa azul: el tipo de rosa que, hasta el momento, no hemos podido cultivar, salvo quienes hayan completado el Animal Crossing. Así, en el modernismo tenemos la vía del azul que entra por Rubén Darío, por Gustavo Adolfo Bécquer y por José Martí.

Para estos tres autores el color azul fue importantísimo. Si pensamos en cualquier pieza pictórica o literaria afín a este movimiento encontraremos matices azulados y podremos comprender la gran importancia que este color tuvo para este período. El color azul, por tanto, podría considerarse uno de los símbolos inexorables del Modernismo.

El color azul y el Modernismo

El color azul, símbolo del Modernismo

Aunque el color azul tiene su origen como símbolo del anhelo inconquistable, posteriormente ha ido convirtiéndose en un símbolo representativo de muchas otras experiencias: como la tristeza, la relación con la espiritualidad, la melancolía… Y aunque cada autor haya impreso sobre el color azul determinadas emociones o sensaciones, la mayoría parten de la idea que los románticos imprimían sobre el color, una especie de idealización.

Victor Hugo decía que el color azul representaba el arte. Rubén Darío fue un poco más lejos introduciendo el color en su escritura y convirtiéndolo en el representativo del Modernismo, movimiento literario que tomaría la posta de las vanguardias francesas y se convertiría en la gran revolución literaria de Latinoamérica. En Rubén Darío, podríamos decir que este color fue significativo no sólo porque en 1888 publicó su libro Azul, sino también porque con esa obra convirtió este color en un símbolo contundente de su obra vinculándolo a la espiritualidad y la búsqueda de la perfección artística.

Cabe señalar que para Rubén Darío el color azul es mucho más que una tonalidad, representa un sentimiento hondo y transformador. Por un lado sirve para simbolizar lo inalcanzable, pero también, la perfección y, finalmente, la patria (no olvidemos que el color fundamental de la bandera de Nicaragua). Así, en los poemas de Darío, el color azul tiene una carga de nostalgia y, al mismo tiempo, de compromiso por el porvenir de su tierra.

A través de sus escritos, Darío propone una visión renovada del arte y la literatura, rompiendo con las convenciones establecidas y abrazando la libertad creativa. Esta obra, marcó un antes y un después en la poesía hispanoamericana, consolidando a Rubén Darío como una figura clave en el movimiento modernista. Su legado perdura como una fuente de inspiración para poetas y escritores que buscan explorar nuevas formas de expresión artística.

Si realizamos un viaje a través del arte partiendo del Impresionismo hasta llegar al Modernismo hallaremos una gran cantidad de obras en las que el color azul es protagonista. Su popularidad en ambos períodos es innegable y nos permite comprender los valores que los artistas de ambos períodos quisieron plasmar en sus obras.

El color azul y el Modernismo



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