Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Volver a Pablo Neruda
Comentarios62
y gracias pablo neruda por dejarnos tu legado tus letras y tus pensamientos muchas gracias msn----fater_99@hotmail.com
me re gustan lo poemas
que tiene mucha inspiracion
Debes estar registrado para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.