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Federico García Lorca
Romance de Don Boyso
Camina Don Boyso
mañanita frÃa
a tierra de moros
a buscar amiga.
Hallóla lavando
en la fuente frÃa.
?¿Qué haces ahÃ, mora,
hija de judÃa?
Deja a mà caballo
beber agua frÃa.
?Reviente el caballo
y quien lo traÃa,
que yo no soy mora
ni hija de judÃa.
Soy una cristiana
que aquà estoy cativa.
?Si fueras cristiana,
yo te llevarÃa
y en paños de seda
yo te envolverÃa,
pero si eres mora
yo te dejarÃa.
Montóla a caballo
por ver qué decÃa;
en las siete leguas
no hablara la niña.
Al pasar un campo
de verdes olivas
por aquellos prados
qué llantos hacÃa.
?¡Ay, prados! ¡Ay, prados!
prados de mi vida.
Cuando el rey, mi padre,
plantó aquà esta oliva,
él se la plantara,
yo se la tenÃa,
la reina, mi madre,
la seda torcÃa,
mi hermano, Don Boyso,
los toros corrÃa.
?¿Y cómo te llamas?
?Yo soy Rosalinda,
que asà me pusieron
porque al ser nacida
una linda rosa
n'el pecho tenÃa.
?Pues tú, por las señas,
mi hermana serÃas.
Abre la mi madre
puertas de alegrÃa,
por traerla nuera
le traigo su hija.