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Julio César Aguilar
Sólo un rumor
Ven, aún es tiempo de habitar el paraÃso,
me dije
cuando en el alma crecÃa tal deseo
como un rumor de aves:
eran pájaros que no cantaban,
batir de alas en desventura.
Me acerqué a la luz de la conciencia,
no vi nada.
Fui entonces a las cavernas interiores
y pude seguir las huellas del polvo
conduciéndome al olvido,
a la cruel indiferencia.
No dije más.
Comprendà que aquel deseo, mÃnimo,
era sólo un leve, lánguido rumor.