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Enrique Falcón
España y poesÃa, viejita y regañada
                                                  con la complicidad de Eladio Orta
En mi paÃs cocido de lejos buenamente con las tripas afuera
los poetas comen jeringuillas con leche
carne de avestruz
brotan de las cuevas con un poco de saliva
se derraman por el campo como niños sin dientes.
En mi paÃs cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios
no hay huelgas generales:
los poetas las evitan con un trapo en la boca
brotan de las cuevas con temblores de piel
y lamen los cercados de los hombres ricos.
En mi paÃs castigo en periferia de los barrios más bellos
se prohÃben cosas que no sean de madera:
con blancos mondadientes se arrancan los colmillos
los poetas honestos de todo el paÃs
brotan de las cuevas con los párpados mudos
para luego calmarse con trescientos espejos
los poetas honestos de todo el paÃs.
Mi
verdadero conflicto:
que me muerden mis versos,
que no tengo paÃs.
(del libro: CodeÃna)