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El韆s Letelier
C贸mo te llamas?
Inc贸gnito, pasa el reloj golpeando su itinerario,
en una marcha rumbo al olvido:
se parece a tus manos que laboran,
a tus pies circunscritos a un agujero,
a tus ojos que no tienen derecho a so帽ar.
隆Yo insisto en quedarme!
Y mientras la piedra con su granulometr铆a
y tenaz monopolio de memoria dura,
insonora consolida su 谩spero ligamento
en el basto ejercicio del concreto;
t煤 gritas y tiembla el mundo:
interrumpes el misterio de los palacios
y all铆,
ellos consternados cierran los ojos
y expectoran en lo que t煤 podr铆as ser.
Para tu confesi贸n con el lamento,
hay un postulado de tiros al blanco:
el est贸mago deshabitado de las cucharas
puede corroer los barrotes del universo,
estandarizar el oro y el cristal de las l谩mparas.
Y como el p茅ndulo
que leng眉etea la brisa,
para ti,
s贸lo hay lo que hubo:
un gran silencio
y eso es todo.