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Alberto 羘gel Montoya
El alba in煤til
A los labios del hombre taciturno, la aurora
trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares.
El alba en las pupilas noct谩mbulas hab铆a
sorprendido la angustia de las viejas saudades.
En los c铆rculos hondos de las mustias ojeras
se azulaba un exceso de veladas sensuales.
Verti贸 el vino de Francia
en la copa vibrante.
-La noche prolongaban
los grises cortinajes-.
Mir贸 la flor marchita
de su frac un instante,
y evoc贸 vagamente:
Casi estaba desnuda
en la fiebre del baile.
El breve seno apenas
velaban los encajes.
Oprim铆a la espalda
la caricia insinuante
que vagaba furtiva
de deseos. El talle
ced铆a entre su brazo
como un junco ondulante.
Despu茅s... aun m谩s desnuda
la tuvo que en el vals,
y pens贸 vagamente:
Flor y mujer, vosotras
s贸lo dur谩is un baile.
-En la mano brillaba la her谩ldica sortija
herencia antigua y noble de un tiempo inmemorable.
Tr茅mula entre los dedos fatigados, la copa
despert贸 una a帽oranza de mujeres fugaces-.
* * *
Las l谩mparas hab铆an develado la alcoba.
El alba subrayaba de luz los ventanales.
Las severas efigies de los antepasados
miraban desde el fondo de remotas edades.
Con un grito argentado de dagas, la panoplia
al nieto recordaba las glorias ancestrales.
Dej贸 la copa exhausta
sobre la mesa grave.
Descorri贸 silencioso
los grises cortinajes,
y pens贸 vagamente:
驴Y de todo qu茅 resta
tras el sensual alarde?
S贸lo una flor marchita
en la seda del traje.
-En las manos del hombre taciturno, la aurora
palideci贸 una huella de victorias cobardes-.