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Alberto Ángel Montoya
Estuvo ella tan cerca
Estuvo ella tan cerca, su cuerpo junto al mÃo,
que entreverle los senos era amarla dos veces.
Iba el rÃo cantando porque el agua del rÃo
el cuerpo de la niña le inventaba los peces.
Era tan bello el cuerpo y el cuerpo era tan mÃo,
que yo supe ser rÃo jugando con sus peces.
Pasa el rÃo gritando, y a la orilla del rÃo
un recuerdo redondo me tortura dos veces.
¿Qué se hicieron los senos de la niña en las ondas?
¿Por cuál cauce de sombra naufragó su azucena?
¿Por qué arroyos sus brazos y en qué grutas sus frondas?
Vuelve el rÃo llorando sin la niña. Salvaje
fulge el trópico y rÃe. --De la niña, en la arena,
quedó sólo la forma de un perfume en su traje--.