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Marilina Rebora




YO ME PREGUNTO, MADRE...

Yo me pregunto, madre: ¿No se gasta la pila
que la sutil luciérnaga para alumbrarse tiene?
¿Y tampoco concluye -cuando la araña hila-
el misterioso ovillo que encubierto mantiene?

¿En qué forma se ensartan anillos las orugas;
bolitas coloradas -por ojos- los conejos;
abrigos con recuadros se buscan las tortugas,
y en lerda marcha atrás se mueven los cangrejos?

¡Saber! ¡Saber! ¡Saber! Si es cuello de algodón
el que se anuda el cóndor o si usa de almidón;
si el parlanchín lenguaje de la locuaz cotorra
es remedo del nuestro; si la pícara zorra
es tan inteligente como sabio mi padre
-aunque calla-, y tú cuentas cuánto pregunto, madre!