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Ángeles Carbajal
La sombra de otros dĂas
Pero, Âżalguien ha existido alguna vez
que no se retorciera de dolor por la dicha pasada?
John Keats
Bien lo sé, somos criaturas del aire,
de las corrientes aguas, puras, cristalinas,
de los árboles que se están mirando en ellas.
En un instante sube por nuestros brazos,
salvaje y espléndida,
la inmediatez de la vida;
al siguiente algo nos dice
que muy pronto será tarde y será octubre.
Pero seamos cautos:
a la sombra de otros dĂas
esperan
el dulce veneno de los versos
y el mar abierto a la aventura.
A un paso del infierno
acecha el paraĂso.