www.Poemas-del-Alma.com
Amado Nervo
Azrael
Azrael, abre tu ala negra, y honda, 
cobíjeme su palio sin medida, 
y que a su abrigo bienechor se esconda 
la incurable tristeza de mi vida. 
Azrael, ángel bíblico, ángel fuerte, 
ángel de redención, ángel sombrío, 
ya es tiempo que consagres a la muerte 
mi cerebro sin luz: altar vacío... 
Azrael, mi esperanza es una enferma; 
ya tramonta mi fe; llegó el ocaso, 
ven, ahora es preciso que yo duerma... 
¿Morir..., dormir..., dormir...? ¡Soñar acaso!