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Vin韈ius de Moraes
Soneto de la desesperaci贸n
De repente la risa se hizo llanto,
silencioso y blanco como la bruma;
de las bocas unidas se hizo espuma,
y de las manos dadas se hizo espanto.
De repente la calma se hizo viento
que de los ojos apag贸 la 煤ltima llama,
y de la pasi贸n se hizo el presentimiento
y del momento inm贸vil se hiso el drama.
De repente, no m谩s que de repente,
se volvi贸 triste lo que fuera amante,
y solitario lo que fuera contento.
El amigo pr贸ximo se hizo distante,
la vida se volvi贸 una aventura errante.
De repente, no m谩s que de repente
Traducci贸n: Carmen Gloria Rodr铆guez y Vania Torres