www.Poemas-del-Alma.com
Tomás Segovia
Colección reservada de sonetos votivos (X)
Tu carne olÃa ricamente a otoño,
a húmedas hojas muertas, a resinas,
a cÃtricos aceites y a glisinas
y a la etérea fragancia del madroño.
Hábil como una boca era tu coño.
Siempre habÃa, después de tus felinas
agonÃas de gozo, en las divinas
frondas de tu deseo, otro retoño.
Te aflojabas de pronto, exagüe y yerta,
suicidada del éxtasis, baldÃa,
y casta y virginal como una muerta.
Y poco a poco, dulcemente, luego,
absuelto por la muerte renacÃa
tu amor salvaje y puro como el fuego.