En la senda de la vida, un vasto mar, el amigo es faro que nos guía al andar. No hay tormenta que apague su luz, su verdad, es un puerto seguro, la brújula de la amistad. Un jardín de respeto, donde el silencio es paz.
El cariño, un río que sin prisa fluye, riega el alma cansada, la herida destruye. Un abrazo sincero es un bálsamo que sana, la estrella del norte que brilla en la mañana. En la confianza profunda, el alma se construye.
La confianza es un puente que el tiempo construyó, cada tabla un momento, cada risa un escalón. Un hilo invisible que el destino teje, que une dos corazones, que de los vicios los protege. Un eco en la montaña que nunca se perdió.
El respeto es la tierra que sostiene las raíces, sin él no florecen ni los más bellos matices. Una danza sagrada, un espejo que refleja, la verdad de mi alma, que en la tuya se asemeja. Un libro de lecciones con bellos apéndices.
La comprensión, el aire que respiramos al fin, cuando el alma se asfixia, cuando llega el festín. Es un manto tejido de hilos de luz, un refugio tranquilo, que aleja la cruz. Una llave de oro que abre el jardín.
© Oney
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Autor:
Oney Cabrera Felizola (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2025 a las 20:11
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 4
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