Cuando penas hay,
mis orejas existen.
Cuando penas no hay,
mi nombre se escribe en paréntesis.
Cuando está vivo,
no le vemos razón.
Cuando está muerto,
le encontramos el valor.
Cuando tres somos,
realmente son dos.
Encontrarás mi canto,
cuando yo ya sea eco, y llorarás..
- Autor: Joaquín Adduci ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2021 a las 15:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.