Hoy quiero quedarme.
Déjame, no me interrumpas.
Déjame, se enciende mi fuego.
Déjame que vivir no es sólo un riesgo.
Es hacer mucho más con este ego
un ego destruido, obsesivo.
Déjame, mantengo viva la llama
Y esto no se llama fe, ni esperanza.
No tiene nombre, es saber que todo avanza.
Donde hoy existe la desesperanza
Donde todo parece
detenido, quieto aún así
surge el mañana y ofrece
siempre algo distinto.
Sólo hay que saber danzar
está danza de los sufridos
la danza entre los abatidos.
Atreverse a cruzar el puente.
Armarse, envolverse.
Situarse incluso en el sin sentido
aunque te encuentres
situado en el suelo
tirado o desprotegido.
¿Ser o no ser?
De momento quiero pertenecer
a este lugar. Soy del mundo
y cada vez menos, lo sé.
Estoy cansada de ser mi verdugo
ser testigo de noches fúnebres
ser testigo de mis propios castigos.
Sé que seré polvo, ceniza, arena
Me volveré ausencia en su momento.
¿Qué sentido tiene vivir en un lamento?
a la espera de la hora final
a la espera de la reflexión final.
Llegará, vendrá pero hoy no.
Hoy no me haré con el mar Alfonsina
la soga no me llama, no la necesito.
No quiero apresurarme Alejandra.
Hoy no Safo, Anne, Sylvia, Virginia
Hoy no se me da la huida eterna
como tampoco la vida eterna.
Sólo esperen.
Comentarios2
Me encantaron sus letras
Muchas gracias por tus letras.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.