Postrándome solemne de rodillas
resulto ante tus pies un fiel vasallo
y alzándote en mi reina, de soslayo,
indagas por mis ojos a hurtadillas.
En público me nombras caballero
jurando mi abolengo con tu espada
y tímida a la vez que recatada
controlas tus instintos con esmero.
El duro protocolo así cumplimos
y juntos sujetamos los orgullos
pensando en los eróticos murmullos
de todo lo que anoche nos dijimos.
Iguales nos besamos, aun distantes,
¡Un siervo y una reina siendo amantes!
Comentarios1
Amigo apreciado y dilecto, QUINSONNAS, poeta connotado.
Hermoso y particular soneto. Lo bordaste con el súmmum de la BELLEZA. Sin un ápice de duda, conoces muy bien este arte.
Te felicito y aplaudo sonoramente con redobles de cientos de tambores.
Tu amigo incondicional y por siempre.
Jaime Ignacio Jaramillo Corrales
Condorandino.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.