El Ángelus dictyóptero

A mi gatito muerto

escucha qué estruendo de cucarachas
cayendo por todas partes
cucarachas azules cucarachas blancas sin color ni pasaporte
diríase que el cielo se deshace en cucarachas
si las vieras apareándose en mi frente en mis hombros entre mis manos
qué haré yo con tantas cucarachas cachondas
sabes tú quizás de dónde es esta fauna blanda
que yo no sé de dónde es
que estremece el paisaje y lo deja rubio y blanco y de azogue
más cucarachas más cucarachas
como aquellas aplastadas bajo los manteles de las mesas
del restaurante chino Los Siete Sabores del Paraíso
se creyera que de propósito los dioses arrojan cucarachas a la Tierra
cual en una nevada tibia y vagamente colorida
se quedan las cucarachas en la torre en el tejado en los árboles
y todo lo fuerte se hace con su insectil adorno delicado
más cucarachas más cucarachas más cucarachas
parece mientras un huracán transitorio posee las campanas de la iglesia en ruinas
que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana
y que otra fuerza de adentro más altiva más constante y más pura
hace que todo como en aspersores de gracia suba a las estrellas
que se encienden ya entre las cucarachas más cucarachas
tus ojos que no ven mi gatito ciego y que alzas inútilmente
son dos bellas cucarachas blancas
que no pueden echar a volar sus alas de algodones sucios
como este escrito inmoral
como el cáncer abultándome el adolorido pubis
como tu parpadeante y nubosa oscuridad
ya tengo seis patas yo también