Y la tentación me carcome de nuevo,
Mis ganas de pensar en ti
Oscurecen mi mente y mi espíritu.
Siento en el aire el dulce aroma de tu piel,
Y mi alma, entre rapaces,
Se debate entre el bien y el mal.
Mis manos usureras se rinden ante el siniestro;
No entiendo como mi corazón puede latir tan rápido
Y muchísimo menos como es que mi alma se ha desprendido de mi cuerpo
Para llegar a tus labios.
Sólo lo puedo describir como demencia,
Aun no se como algo puede ser y no ser a la vez,
Y Parménides tampoco.
A mí alrededor, todo me indica el camino;
Pero como seguirlo; si aun esta allí la otra senda
¿Quería hallaría en ambas?
Un alma rebelde y un cuerpo salvaje…
Mala combinación; entre tanto el espíritu se deshace en mínimos trozos
¿Podré volver a ser?
En medio de esta confusión cada duda parece una rosa,
Pero no hay rosa sin espina,
Mas su suave aroma que es inevitable sentir, es mi mayor tentación
¿Cómo resistirme?
¿Puede alguien decirme cómo decir que no,
Cuando florece en mis labios un "si" que se transforma en la poesía mas sublime,
Pero que al tiempo me encadena a la nada?
Que cruel ironía no querer lo que tienes y no tener lo que quieres;
Mientras tu alma se expande y se comprime bruscamente
Y tu cuerpo se aleja de la fría realidad para entrar en una apasionante fantasía.
Este sentimiento solo se puede definir con una palabra: demencia;
Y puedo decir que es así por que cada parte de mi se ha alterado,
Mis ojos solo pueden ver tu imagen,
Tu voz y tu aroma son el detonante que altera los latidos de mi corazón,
Solo quisiera pronunciar palabras de amor en tu nombre,
Y mi piel…
En fin cada milímetro de mi cuerpo se mueve y me impulsa a para estar contigo y nunca saldrás de mi mente.
Ya ves que no puedes negar que la demencia y el amor son sinónimos,
Y si no, pregunta a quien quieras,
Por que el cielo es el lugar donde las almas se cruzan
Y la tierra donde…
Tan sólo imagina todo lo que puedes ser y hacer por amor y comprobaras tu demencia…