Pedro Aros Castro

Dolorosas magnitudes (Japón marzo 20011)

Un ronco sonido quebró la calma
un movimiento que espanta
remece nuestros sentidos
descuelga relojes detenidos
hace dudar de la luz del día
empequeñece la conciencia
palpita nuestra fragilidad
un húmedo rugido que aterra
arrasa refugios y nostalgias
cerro de lodo embravecido
barre quebradiza seguridad
hace estallar a un ogro dormido
invisible enemigo que amenaza

Nube que se viste de cielo
presagia antiguos horrores
revive arcanas profecías
estampida de párpados caídos
desolados corazones rotos
silencio de mariposas muertas

¿Podía ser bueno tan inestable socio?
que antaño destruyo ciudades
sembró dolores y consternación
extorsionó el orgullo imperial
amenaza latente para humanidad

En la mirada de un pueblo
que no olvida orgullo ancestral
ni riqueza de espíritu originario,
hay dolor, ánimo sobresaltado
lágrimas por los que partieron
un deseo de ponerse de pié
de construir de nuevo esperanza

Pero la duda en mente se instala,
cuanto riesgo queremos correr
para que el éxito económico
sea causa de orgullo nacional
y la furiosa naturaleza un día
recuerde nuestra humana fragilidad.