Tras mi reflejo, escondido hay un oscuro secreto.
Deidad tirana solapada detrás de los espejos.
Maldición y tormento de imprudentes y locos
Presencia aterradora carente de sentimiento.
Reclamo tu nombre y en respuesta tu encuentro,
a mi presencia mostrarte evidente, sin urdir engaños
ni agobiantes burlas que infunden oscuros castigos
y crueles tormentos; ven y déjate ver, ser siniestro
En tus días de júbilo quiso así la voluntad del destino
Siendo novicia flecharte, a ti, el prepotente Cupido.
Y de tu mirar, pasión y gloria a aquél joven dando
Y en sus brazos, te entregaste, sin figurar tu destino.
Sale corriendo, llorosa y dolida, Carolina
atormentada de presenciar el profano acto;
a tus espaldas, planeando un horrible delito
maquina ansiosa la venganza inhumana
Llega la noche, y en tu lecho te hallas dormida
Tu verdugo, empuñando afiladas tijeretas
De un golpe seco penetra con ellas tus entrañas
y en violenta agonía, el hierro te usurpa la vida.
En el averno los malditos, estando indignados
Suplican al caído que no deje impune tal castigo
De la tumba, una silueta aterradora se levanta
Mira al cielo esperando, afligida, una grata respuesta
¿Por qué tu Dios, ni caridad ni esperanza presta?
¿Qué tipo de padre ingrato permite tal afrenta?
Es tan perfecto el que en el firmamento tiene su morada
Que solo a su perfección, atención e importancia presta
Viejo necio y desinteresado, a ti nada ni nadie te importa
Promesa vulgar y vacía… frio consuelo a este infierno en vida
Tu corazón putrefacto solo odio y maldad alberga
Motivado por la venganza y las ansias de justicia
Como cruel verdugo en tu andar maquinas desgracia
y dolor a tu asesina, Carolina, la que un día llamaste amiga
-De tus ánimos, gozas lastimando al tonto que te 7 veces tu nombre proclama
frente al espejo. Idiota e ignorante que toma el rito a manera de burla y juego.
Con las tijeretas del cordel rojo, arrebatas la vida del desdichado, pagando
con sus almas a los seres del averno que te sacaron del olvido.-
Continuara…