ESTOS PODRÍAN SER… LOS ÚLTIMOS VERSOS QUE TE ESCRIBO
Apelando a tus ojos me sorprendió la noche,
musité tu sonrisa y sólo vi neblinas,
la luna se negaba a ver mi rostro,
las estrellas distantes se escondían.
El viento era pesado, tenía frío…
mi piel se estremecía al tocarlo,
a través de mis poros se congelaba el alma,
y no pude palpar la luz del alba.
Pregunté: ¿Dónde estás en noche extraña?
¿Dónde están las miradas que me dabas?
¿Dónde quedó el perfume de tus flores?
¿A dónde fue esa risa que tanto amaba?
Mi recuerdo empapado por mis males,
pupilas mustias, corazón amargo,
gotas que abrían surcos en mis mejillas
inmensa soledad que me llenaba.
Tomo la hoja de papel y el lápiz,
Y éste maltratado sentimiento,
la valija de sueños incompletos
y penas reflejadas al espejo.
Todas las uno en un triste silencio…
y trato sin anhelo de escribirte versos,
pues poco ya me inspiras/ sólo es el sufrimiento,
el que me anima con su cruel veneno.
Se me acaba el amor y hasta el deseo…
de enamorarme y de ser lucero,
de brillar con mi luz por otros cielos,
si en mi pobre noche/ no te veo.
Con llanto, con dolor y con desvelo,
quiero finalizar con éste cuento…
y sé que tardarás en comprenderlo
y en entender lo mucho que te quiero.
Escucha corazón, estás a tiempo,
de remendar mi vida con tus besos,
de sanar las roturas de mi pecho
y que el fénix que amamos cobre aliento.
No dejes que termine éste momento…
pues la tinta se extingue y yo no quiero/
acabar esta historia de amor eterno
y menos que éste sea/ mi ultimo verso.