SelenioE

Nos sorprendieron

Tú y yo, amantes inexpertos,

dispuestos a explorarnos y

disfrutar los descubrimientos.

 

Tú y yo, avergonzados un poco

al ser descubiertos por la amiga de mi madre

en un rincón del parque público.

 

Ella, comprendiéndonos y notando

nuestros deseos y calores,

lejos de reprocharnos nos dió la sorpresa

de ser nuestra Mecenas.

 

Nos condujo a su casa, bendito refugio

y allí nos hizo conocer

lo mejor de su experiencia.

 

Nunca podré pagarte, hada cómplice

tan magnífico ambiente para amar

fuiste testigo del aspecto

de nuestros cuerpos en celo.

Viste mi dureza palpitante

viste su pudor terso e inocente

y guiaste finamente los cuerpos

en la reunión de los instintos.

Borraste las torpezas y faltas,

Nos amaste a los dos aún sin tocarnos

y te amamos como a nadie.

Porque abriste las puertas del cielo.

 

Grata Amiga, sabia en las artes de los amantes,

Te amaremos siempre.