Martin Rodriguez Trillo

El Hombre Alado

Cruzó la calle muy lento.

Era de noche.

La mortecina luz de los autos

cubría la acera de sombras

arbóreas y de un sepia viejo,

gastado por el tiempo.

Y acá se acabó.

Es más que completar la idea

con algo.

Es dejar que la idea

vaya en busca de sí misma;

Sin vos, sola.

Hurgar lo oculto informe,

desmesurado,

sin límites.

Desconocer lo arbitrario,

                                              dar vía libre a lo que quiero,

                                                                                                 cuando quiero,

                                                            como quiero.

Ahora está del otro lado,

ya cruzó la calle y lo veo:

el hombre más alado que haya visto en mi vida.

Tiene alas azules, verdes y amarillas.

Yo las miro y quiero tenerlas,

abro signo de admiración que hermosas alas

tiene ese señor cierro signo de admiración.

Que hay reglas coma eso es claro dos puntos

que la regla sea la que quiero

Cuando quiero]

¡Todo es tan bello cuando hago lo que quiero!

Ahora vuela.

Vuela el tipo que cruzaba la calle,

vuela no se a donde,

pero vuela,

mueve sus alas multicolores.-