Se que estas alli, leyendome, como haces siempre.
Puedo sentir tus pupilas recorriendo cada letra, intentando descubrir el acertijo.
A que saben los versos en mi boca? a pura miel, y huelen a azhares.
Te preguntas a menudo que pensamiento surca en ese instante que se pierde mi mirada en el ocaso, pienso en ti,
en tus manos cruzando la distancia y buscando la tibieza de mi espalda.
Te cuestionas el porque del brillo de mis ojos, y es por ti que aletea mi mirada.
Al leer mis versos, no has notado que mi amor atraviesa la pantalla buscando hacer nido en tu mirada y morir en tu pecho acurrucada?
Te sonries, complacido de saberte tan amado, me estremezco de saberme recibida.
Sigue asi, con tu mirada fija en mi poema... Pero cuidado amor, voy por ti, y puede ocurrir que de pronto me sientas a tu lado, respirando suavemente y diciendo...
Ya no leas vida mia, he llegado.