JUSTO ALDÚ

HERIDAS

Una vez más se abren mis heridas…

Reparan huellas sacrificadas.

Heridas del silencio

que tapan la boca de verdades.

Mi ciudad reúne  heridas

para formar un solo  siglo,

una sola era,

un recuerdo imborrable,

un oscuro testimonio.

La sabia de los árboles

que sube por las raíces de los hombres.

 

Mis heridas se abren

cuando un ciego va a dar de bruces

al pie de la estatua de un héroe que lo mira

sin pestañear

y buscan con tristeza perdidos horizontes...

El hogar arrasado por la zozobra

 

Todo aquello que parecía hermético a mis ojos

ha sido un sistémico vaivén para cumplir las profecías.

Ponemos el oído en el tiempo

acumulando oraciones

y descubriendo verdades

solapadamente abiertas…

Como las heridas.

 

 

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