Alejandro José Diaz Valero

Situaciones difíciles...

CARTA A UN REO

Un Juez después de dar sentencia condenatoria, escribió una carta que hizo historia, y aquí dejo su mensaje compañeros, tragedias de la vida, designios del cielo.   

 

Estimado Señor:

Le digo señor, por ser amable, aunque debiera decirle abominable. Sepa que condeno su hazaña, esa que cometió con tanta saña.


La ley me obliga a ser imparcial, y eso hice sin ningún pesar. He revisado cada dato de su expediente, y validé cada prueba serenamente; y de manera para mí sorpresiva, vi que todas las pruebas fueron positivas.


Hoy tengo que informarle, que he tenido que sentenciarle. Pedí a Dios que me diera sabiduría para ser eficiente, y no equivocarme al sentenciar su muerte.


Y hoy, una vez el caso concluido, pude identificarte que eras mi amigo…El primer amigo de la escuela primaria, de aquella escuelita tan precaria. Mis padres me cambiaron a otra institución, dejando atrás al amigo bravucón; el que intentaba enseñarme a ser fuerte, y que había que demostrar ser un valiente.


Recuerdo aquellas lecciones tan precisas, haciendo demostraciones, propinando golpizas.

 

Mis padres se mudaron a un lugar distante, y no volvimos a vernos como estudiante.

 

Nunca más supe de ti, perdí tu pista, y tu seguiste con tu vida haciendo todo trizas.

 

Al saber que eras tú, una lágrima rodó por mi mejilla, y por eso quise escribirte esta misiva.


En prueba de aquella gran amistad,  quise escribirte en seña de lealtad.

 

Hoy descubro amargamente, y eso muy  triste es, que tú seas un delincuente y yo por coincidencia sea tu juez.

*****

El reo al leer la carta del Juez aquel, pidió al celador un trozo de papel, y con pulso firme y decidido, le envió un mensaje al antiguo amigo:

 

Señor Juez, Yo también recordé quien es usted.

Hoy muero, pues harán mi ejecución, y puedo llevarme conmigo la convicción, de que usted nunca aprendió la lección…

No llore, sea fuerte, que hoy su maestro enfrenta la muerte, y la espera con mucha valentía, tal como se lo expliqué en aquellos días.


Usted ha cumplido la misión que el deber le imponía, y yo sin rencor alguno, cumpliré con la mía.

 

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DIAGNÓSTICO

Un familiar de un grave paciente

le dijo al médico de manera decente:

“Doctor, podrá usted sincerarse conmigo?

Dígame que padece el paciente se lo pido.”

 *

Por ser paciente recurrente, accederé a su solicitud

vaya amigo pronto a comprar su flux

¿Cómo es eso Doctor, explíqueme por favor

Que me siento en tremenda confusión?

 *

Sin ser extremista ni mucho menos funesto

recomiéndele que haga su testamento

 *

¿Pero Doctor, así tan mal se encuentra?

¿No será que bromea más de la cuenta?

 *

No amigo, le hablo en serio…

El paciente tiene olor a cementerio

 *

Ay Doctor, pero que indiscreto

usted perdió la ética y el respeto

 *

Que respeto ni que nada

usted me dijo que así le hablara

 *

Sí, pero como galeno bien educado…

debería ser más considerado

*

Ah quiere que no sea tan directo

y le hable usando mi propio léxico

 *

Claro, yo entenderlo sabré

porque tengo buena comunicación con usted

 *

Estimado caballero:

Veo un padecimiento  crónico y severo,

veo descenso en los signos vitales,

valores fuera de rangos generales

con acentuada criticidad

donde medicamente no hay posibilidad…

una traqueal estenosis

que dificulta la respiración

y una osteocondromatosis

que afecta el aspecto motor

y eso no es lo principal

pues hay metástasis a nivel ganglial

con arritmias muy marcadas

que me deja impotente sin hacer nada

desde el punto de vista profesional.

 *

Ay Doctor, ahora entiendo menos.

 *

Y el paciente que también era galeno

escuchó toda la conversadera

y le dijo: “Gracias colega

por tan buena explicación

así el misterio se devela

de este modo tan extraordinario…

pagaremos sus últimos honorarios

que ya sabemos lo que me espera".

 *

Y el familiar del paciente

le dijo al médico entre dientes

“Ay Doctor ¡Que pena “

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