¿A donde te marchaste, princesa mala;
A que destino te fijaste, a dónde fuiste?
el sol su jornada ya a terminado lento,
En sonrisas de grillo dijiste: «hasta luego,
volveré ya no tardo»... ¡jamás retornaste!
Hemos tenido un amor tan ancho y puro
cual mar que formaron nuestras lágrimas.
Caminábamos bajo un sueño tan infinito
cómo perenne ahora es el dolor que causa.
Pienso que un día amor mío a mí vendrás
A significar de tu vida lo más triste
Te diré que mí alma no resiste verte
aunque en lo intrínsico me este muriendo.
No es tu ausencia la que me joroba
es tu existencia la que me hace falta...
el retrato en la pared polemizándome...
el recuerdo de los besos que me apartaste...
Estoy apenado, y mis ojos no lloran
ahora no quiero los besos de nadie;
Se pierde el augurio de mi certidumbre
en el fondo de mi corazón enmudecido
Todos los derechos reservados de esta expresión poética. Elías Lucas 2011