REYNA GALACTICA

¡FUE UNA METAMORFOSIS!


 

Cinco de la tarde, ya va a comenzar el jaleo del tráfico, tengo que  irme a casa. Hoy siento  en mi rostro brisa fresca, noble. Mis cabellos al aire, despeinados, rebeldes. Bajo escaleras, atravieso calles, subo montículos; tengo que correr para el bus abordar, de pie me toca ir, me bamboleo de un lado a otro, en cada arrancada y en todos los  frenazos. Un simple apoyo me sostiene. Puestos hay muchos y un caballero también, él  me cede el asiento, ¡sorprendiéndome su gentileza!, opuesta a su aspecto y a sus fuertes olores.

Diversidad de gentes, matices de voces (graves, agudas), unos ríen otros hablan. Sofocante calor, dormir quiero, todo se mezcla y me siento envuelta en un zumbido de abejas, mecida en un oleaje, arrullada en una multitud, mis fuerzas bajan, el dominio pierdo y sucumbo me duermo,…más bien entro en un estado de conciencia alternativo, me veo dormir; comienzo a oír a gente que está lejos, sus dramas me llegan, y veo mi mano derecha, como en una pantalla el dedo índice que se alza, uniéndose al pulgar, la metamorfosis comienza. El espacio entre los dos dedos se convierte en un ojo, de mirada desafiante, donde  se juntan las falanges de ambos, conjuntamente con las uñas  lentamente se va  alargando, convirtiéndose en un pico grande, grueso y fuerte  de un ave, veo que su punta, que representa una tercera parte del pico se agrieta, se parte y cae. Simultáneamente, de la piel del resto de la mano comienzan a brotar diminutas plumas, una a una,  hasta que son muchas, lo  cubren todo. Asombrada veo esto  y me digo: es la cabeza de un ave-¿pero cuál? Justo en ese instante, me lo dicen al oído –“Es un águila”,  trae un mensaje para ti, lo envían tus ancestros”. Abruptamente salgo del letargo, uno de los otros pasajeros me tropieza, veo a mi alrededor, pido parada y entre apretujones me bajo del camastrón. Ya en la acera, aún aturdida, aun en el sopor, solo atino decir: ¡que vaina con estos ancestros! Mandarme un mensaje en medio de este peo,¡ y eso no es nada! Ahora tengo que escribirlo e interpretarlo, conectarme con ellos, decirles lo que entiendo y esperar su respuesta, quien sabe pa´ cuando coño? Como si yo no tuviera ya suficiente, pagando penitencia en las condenadas busetas esas!