Lidia

DULCES RECUERDOS

Dicen que no se puede vivir de los recuerdos

porque la vida sigue y todo queda atrás

pero a veces, hay recuerdos muy profundos

que se llevan en el alma y esos, jamás perecerán.

Creo no existe quien diga no los tiene

porque es como un legado que la vida nos da

y aunque en ellos existan tristezas o alegrías

son cosas que pasaron y fueron realidad.

Hay algo muy cierto y todos lo sabemos

y es que el tiempo que se ha ido, no puede volver

pero hay momentos, que aunque pasen los años

al recordarlos, vuelven en tu vida a renacer.

En mi fardo de recuerdos que yo llevo

guardo los mas bellos que aun viven en mí

y era cuando sentia temor de niño,

que mi madre me cubria en su regazo

y la tibieza de sus brazos me hacian tan felíz.