Michael Méndez

a tus labios

nace en mi el pensamiento;

de dar lo todo,

por renacer en tus labios:

rojos de fresa salvaje

o corazon enamorado.

 

dar la eternidad del tiempo,

que nunca alcanza

para acudir al llamado

de sus labios mojados.

 

mojados en el mar, en la lluvia,

en lagrimas de ojos encantados.

 

la suavidad de la uva

se asemeja en tus labios,

y el sabor del vino

que alli esta plasmado

hace delirar mis secos

y agonizantes labios.

 

y si he de morir

al rozar tus labios,

ya nada importa 

ni el calor del verano.

pues mi boca 

se ha embriagado,

en el dulce licor 

de tus labios.