Jpellicer

La fascinaciĆ³n de vivir

 

 

Hoy no quiero cantar al amor;

no quiero mirar, ni tampoco pensar

ni soñar ni escuchar otra palabra

que en la frialdad de un silencio

se convierta en dolor.

No quiero sentir el día viviendo ante mí:

buscándome, hallándome, llevándome…

ni destellos de colores

nacidos juguetones de ese manantial

de sonrisas, que es verdad desconocida.

Hoy no quiero arrastrarme por el fango sin mancharme;

no quiero el consuelo del abrazo lastimero;

no quiero construir lo que imagino

para quedarme colgado en el horizonte de un solo dueño;

no quiero la mirada que se esconde tras un lamento,

ni la llamada que ya suena a otra despedida.

Quiero parar y quiero llorar;

quiero sentir como ahoga la tristeza

y de ella no me quiero separar;

quiero saber todos los porqués

y también quiero llegar a entender lo que nunca se escribió

habiendo nacido en otro corazón.

Momentos también de ternura,

que invitan a sentir y sentirte,

que recuerdan la grandeza de nuestra fragilidad,

la bondad escondida en esa mirada perdida;

el milagro de la vida, que aún callado y por la pena atravesada,

nos mira, regresando con otro mañana;

instantes únicos para perderse en las eternidades,

para volver a sentir la frescura de la lágrima cautiva,

el sabor de la distancia,

el color que nos separa;

instantes de magia construidos de silencios que todo lo callan;

instantes que nos hablan sin palabras y nos dicen… ¡¡Vive!!.

 

(jpellicer)