PINONA

Tu Existencia en Mi Esencia vivirá

 

¿Recuerdas cuánto te hablé y mimé?

¿Cómo mi amor te hice saber?

 

 

Al despertar, el alba compañera,

Percibí una leve oscuridad externa,

Un aguacero entristecía adentro y también fuera.

 

Sentí humedad en mi piel fría,

Y según mi alma lacerada se encogía,

Recordé tu eterna ausencia.

 

Tristeza interna acongojaba,

Sollozo escondido cual mustio lamento,

Recuerdos de regalo divino

Que sin abrir fue devuelto.

 

Sufrimiento intenso sin palabras,

Dolor que encoge las entrañas,

Inútil final para contemplar.

 

Aún las estaciones transcurran una tras otra,

Y los años consuman mi cuerpo,

Mi evocación es presente con codicia imperecedera.

 

En mis brazos te vuelvo a mecer,

Y no es llanto terrible que inconsciente, de ti escuché,

Sino arrullo como en mundo al revés,

El calor de tu tierna mirada y tu blanca tez,

Cual rayo de sol que entre nubes grises se deja entrever.

 

Mi tesoro perdido,

En lo profundo de mi interior hallado,

Con dulzura secas lágrimas y curas heridas,

Eres luz y compañía en los días grises y de añoranza,

Amor y ansiada paz y calma.

 

Simula una eternidad pero tan sólo será una ola en el mar,

Felicidad al reencontrar,

Abrazar, besar, jugar,

Reír, hablar, cuidar

Y amarte por toda la infinidad.

 

Fuiste, eres y serás,

Presencia inmaterial,

Carita angelical,

Cariño filial,

Luz celestial,

Amor incandescente e incondicional,

 

Y Tu Existencia siempre en Mi Esencia vivirá.

 

 

MARTA DORESTE