Apasionados, rebeldes religiosos o artistas
Buscadores el tesoro de los cuentos de piratas
Soñadores, tanto así, que nos perdemos en los sueños
Y nos encontramos en las sonrisas de alegría de encontrarnos
para charlar empezando y, discutir avanzando
y volver a contar las cosas bellas terminando.
Las cosas bellas: los mayores, padres, tíos, abuelos,
los menores los hijos cuando chicos y sus travesuras,
ahora los nietos y su inteligencia y gracia.
Luego a cantar, a bailar, a embromar y reírnos
De todas las ocurrencias, de anécdotas, de
Principio a fin hermanos.
Y luego otra vez la política, aunque lo evitamos
para no discernir, sino más bien converger en la alegría
de sabernos unidos, de sabernos tenidos de apoyarnos,
de cuidar con celo nuestra historia, nuestra estirpe,
que no siendo “real” es conocida en el medio
Y todos dicen aquí y allá: “los Rodríguez si que son cosa seria”,l
les gusta la música de todos los países,
unos cantan otros bailan , pintan y hacen poesía.
Pero todos son políticos de vocación,
hasta se dice de ellos que fueron guerrilleros
-comentan- pero eso ya es parte de la leyenda local.
Somos sensibles, para defender nuestros ideales
Nos encendemos apasionadamente.
Discutidores. Pasamos fácilmente de la risa al llanto.
Pero terminamos llamándonos hermanos.
Y todo eso alrededor de la mesa del comedor
lugar y escenario de todas las reuniones,
mientras se prepara el menú. y hay cada especialista
en las delicias que se devoran una vez puestas en la mesa.
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El abuelo paterno, migrante panameño,
industrial, creativo emprendedor y muy temperamental.
El abuelo materno artista: pintor de oficio, actor de teatro
mago, ilusionista, creador de fantasías y bohemio.
Las abuelas, hermanas, dulces, sabias religiosas,
políticas y especialistas en manjares de los dioses.
Estirpe, de matices de muchas razas,
habemos blancos rubios, morenos y enrizados. chinos
altos bajos, gordos flacos, y cuando se unen todas las familias
¡Ay Dios! Podemos llenar una población.
Así somos los Rodríguez ¡Si señor!