Avila

el arbol

En una calle, donde

no hay nada mas que

un árbol y piedras de le

roció, brillando como oro

a la sombra de el sol.

 

Imagina te un árbol

cambiando de color

con la lentitud de el 

tiempo, con la ayuda de

el segundo, con los rayos

de el sol.

 

Siente tu textura

ya no es opaca no

negra, sino café

hojas brillando y

brisa juguetona.

 

Observa como, las hojas

se bañan y el viento

les murmura algo.

 

Escucha como el

pajarillo, se posa en la 

ramilla y conversa con el

árbol de la mañana.

 

Siente el frió, roció

húmedo en tus pies,

mientras vas caminando

por esa calle con piedras

y el árbol.