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SIN RENCOR

SIN RENCOR:




Como suave música que adormece, era recitarte un poema cada noche al oído, sorprendiéndote cuando menos lo esperabas, despertándote con un beso en tus rosados labios, viéndote relajadamente recostada semidesnuda a la cama, esperando pacientemente lo impredecible por suceder y aprenderse de una vida en flor, pero siempre habido de saberse, para ser sentido en la piel profundamente, mediante el lenguaje de la poesía viva que tienen y dominan sinceramente, los amantes cuando se miran con amor, sin tener que pronunciar palabra alguna...,


Como suave música que adormece, recreada una y otra vez, descriptivamente con supremo amor dedicado sobre tu casi desnudo y anhelado cuerpo, donde cada caricia dada, valía la pena y nada sobraba por ser valioso y ansiado y más aun, si desde un principio, fue bien llevado por manos sabias con dedos diestros que sabían llegar al punto G del alma, tocando su curveada y elevada fibra más sutil e interna del sentimiento, reflejado luego, con la mirada dulcemente enamorada en silencio, su complacida y certera aceptación, por placer...,


Como suave música que adormece, por nostalgias venidas del ayer, suelo a veces, ser, un triste recuerdo que pasea descalzo por los corredores interminables de los espacios sin tiempo de amor, para no hacer mucho ruido de añoranzas por instantes queridos del pasado que se niegan a desvanecerse en la quietud del olvido, por esta historia escrita, que aunque la niegues, no deseando notar mi presencia, frente a ti, siempre será tuya y mía, al ser muy nuestra y verdadera, ante los ojos de Dios y la ley de los hombres...,


Como suave música que adormece, eras antídoto y veneno, que podía calmar o agrabar en brazos el dolor por la ausencia creciente que padecía, convertida en canción de presidiario con pequeños arreglos para desvelos por desamor, para así, sobrellevar clandestino una soledad aprendida, pudiéndote decir, sin temor a equivocarme, que no te guardo rencor a pesar de todo lo vivido, pretendiendo ser, persona anónima en tus sueños, para cuidarte, como ángel guardián, pero por mí, no te preocupes en público, como Yo sí, me preocuparé por ti, porque mi llanto por lo prohibido hoy ante mí, es interno y lo llevo cautivo en el pecho, dentro de mi corazón herido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 12022011 09:00 PM.