Descansando de las llamas
Que calcinan a la piel
Fraguando una nueva trama
Para una nueva historia, emprender
Despojándose de la piel quemada
Junto a recuerdos de la noche
Que por la lujuria, fue carbonizada
Para olvidar cualquier reproche
Dispuesto a crear una nueva cara
Para conseguirse otra amante
Y clavarse en el pecho, otra daga
Sintiendo al corazón, desgarrarse
Esperando llenar el vacío que siente
Con el sutil abrazo de una dama
Seducirla con palabras amables
Para fundirse con ella entre sabanas
Todo lo hace para huir de la soledad
Para no sentir que lo han abandonado
De a poco, va descubriendo la verdad
Los besos se van haciendo más amargos
El agujero de su alma se va ensanchando
Y el placer carnal, menos lo complace
La realidad se acerca, lo va alcanzando
Y la fachada que es su vida, se deshace
Los besos están llenos de cianuro
Bajan, incinerando su garganta
La cama ya no es un lugar seguro
Ahora, cada experiencia lo marca
La lujuria ha perdido su encanto
Cicatrices va dejando a su paso
No consigue calmar el llanto
Y el placer que siente, es escaso
Con la mañana, ya no puede renacer
Ahora recuerda todo lo ocurrido
Ya no logra hacer el cambio de piel
Y ve que toda su dignidad se ha ido
Porque vacíos estaban sus actos
Y en el alba, no hay quien lo abrace
Porque las amantes que trae el ocaso
En su cama, no piensan quedarse
El amor no encontró en lo lascivo
Y no lo consiguió con palabras amables
En las brasas de la lujuria, fue consumido
Entre cenizas de efímeros romances.
Andrés Ruiz H.