carlos eduardo calderon

A LA LUNA

Desde el inmenso  firmamento,

deciendes mi bella y radiante luna,

entrando en mi aposento,

sin causar molestia alguna.

 

Vigilante estas de mi sueño,

alla sentada en la altura,

mi bella y radiante luna,

tu ers tan blanca y tan pura.

 

Junto a los  angeles y arcangeles,

con un gran esfuerzo,

me protejes de todos los males,

con el permiso del creador del universo.

 

Elviento transformado en suave brisa,

mi bella y radiante luna,

en las noches me acaricia,

arrullandome como a un niño en su cuna.

 

                                                                CHARLIE