Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

…Y FUE TU SENO.

 

 

 

 

Se abrió el broche del pezón justo en mi boca

y fue la flor más exquisita y suave,

así la noche se nos fue…, como al ave

el torrente se le escapa o se desboca.

 

 

 

Tu seno que recorría mi labio fue quizás insano

llenase ¡y no lo dudes! De mi desvarío.

Porque esa noche lo colmé de brío

con el calor imperioso de mi mano.

 

 

 

¿Yo no sé si fue tuyo o mío? Aquél pecado

o si fue turbio amarte o muy obsceno;

lo único que sé ¡y juro…! Que fue tu seno

el manjar más sabroso que he probado.