Blanca Castillo

Pequeña dama

Pequeña dama que divagas en el cielo
mejor aliado no has podido encontrar
mas que tu silencio.
En tus labios manifiestas
la ternura y la belleza
que tan suaves han venido
a parar a la tristeza.
Pequeña dama encontraste el dolor
y en tus ojos aun reflejas
el dolido corazón.
En tus pómulos se adornan
cual amaneceres tu sonrisa
que vienen, caminan
y anuncian tu vida
En tus manos aun conservas
la fragilidad de la misma
aquella que perderás
algún día.
Pequeña dama
no me sorprende que a pesar
de su partida
retomes la alegría.