Ana Maria Delgado

TE VEO POR ENTRE EL HUMO DEL CIGARILLO, MIENTRAS BEBES DE TU COPA DE VINO TINTO

En la triste estreches de tu mente,
como solitario camino abandonado,
como ser temeroso trepado en un columpio
en movimiento frenético,
en la franja pequeña entre abismo y abismo,
con tus representaciones de siempre,
sin puertas ni ventanas,
sin ranura mínima de escape,
estancado en el mismo lugar,
con pilares corroídos,
anclado y sin pretensión de cambio,
en el paraje mas inhóspito, apolillado y común …
estas … no te inmutas.
 
Levantas el entrecejo adornado de surcos
profundos e incipientes,
musitas… casi inaudibles …
respuestas grotescas, secas, frías, vacías,
ante el torbellino de preguntas que te formulo.

                                             

El árbol que era verde….ya no es verde…
su tallo que solía ser  derecho ….esta maltrecho
lo adornan cicatrices espantosas,
no tiene hojas ni frutos,
por sus ramas secas pasa el viento
y las cuerdas donde se mecen,
matando tiempo y hambre,
                                                                                                   los niños del
                                                                                            barrio miserable.
 

                                                                                                                                              

La  lucidez de tu conciencia… enterrada
al igual que tus ansias desmedidas por ejercer tu libertad,
donde esta la gallardia
de los tiempos de protesta embravecida y decidida?
de los tiempos de panfletos y gritos agudos
de elogio al cambio, a la transformación,
a la expresión del saber y el sentir?
 
Tus ojos opacos, son la ventana
donde asoma la raquítica sombra
del apetito desmedido por devorar,
libros de paginas amarillentas y carcomidas,
de palabras borrosas y minúsculas,
y volúmenes de nuevas corrientes del pensamiento,
que a la lánguida luz de las velas,
leías y re leías una y otra vez,
hasta sentir el placer reconfortante
de entrar en su profunda intimidad… y llegar al éxtasis.
 
Amigo, compañero…tu persistencia… esta muerta?
falto acaso coraje
para parar de tirar tu vida a la cloaca horripilante?
…si es así… decisión ilógica y lastimera
a tu antecesora lógica …
… golpea sin piedad en mi mente  la pregunta
….acaso existes?.

 

Sigue ante mis ojos
la sombra del árbol mustio
otrora …fuerte y fértil..
hoy, simple amasijo de ramas secas,
y de trapos viejos,
por donde los pájaros pasan
sin siquiera rosarlo
…triste monumento al descuido,
al paso del tiempo,
…quien lo  regaría?
en este barrio árido,
olvidado, marginado de todo
….donde el agua solo alcanza
para humedecer los labios resecos
de los niños  desnutridos,
 que deambulan en las calle polvorientas ,
espantando el hambre y el aburrimiento.
                                                         
  POR: ANA MARIA DELGADO P.