Necesito de ti, de tus caricias,
necesito que me digas que me quieres,
aún cuando estamos tan seguros,
los dos necesitamos de un te amo.
Descansar tu tersura aquí en mi pecho
tratando de entender lo inexplicable,
un horizonte tan grande y tan lejano,
un amor tan enorme y tan cercano.
Necesito del arrullo de tus manos
a la lírica simpleza de mis versos,
necesito tu mirada ante mis ojos
y una sonrisa que alegre mi mañana.
Si el tiempo se deshoja como rosa,
otra rosa nacerá seguramente,
en este jardín que hemos cultivado,
no morirán ni el clavel ni los rosales.
Necesito que la brisa del estío
me traiga tu fragancia entre trigales,
que el manantial cristalino de tu risa
me renueve el corazón, amada mía.
Ahora que las sombras han quebrado
los fulgores resistentes de la tarde,
necesito dejarte sutilmente
mis suspiros guardados en tu almohada.
Necesito tus besos cada día
y el sueño que atesora mi poesía.
necesito que no dejes que se escape
esta lágrima que se asoma traicionera.
Ahora que en la noche estallan las estrellas
necesito descansar en tu vientre y tu tibieza,
ahora que la luna se asoma en mi ventana
necesito de vos y tu ternura.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
ILUSTRACIÓN: atardecer en un paraje cordillerano (Chubut, Patagonia Argentina).