Jefferson Gustave

Des vampires

Ser extraño, oscuro como la medianoche,
aroma de muerto y piel fría como la luna.
Andas sediento, criatura de la noche
sobre el dormido París buscas uno tras una

 

tus víctimas, como una bestia en las ciudades
que sin gozar ves la alegría, sin sufrir ves el dolor;
logras ver y vivir las más viles realidades.
¿Acaso conoce tu alma el amor?

 

¡Qué importa así del cielo vengas o del infierno!
Sales del negro abismo o bajas de los astros,
me encontraste sobre París, espectro nocturno,

 

y en el mundo no hay horror superado
que en mis propias venas corra sangre tuya,
tanta crueldad fría donde mi corazón muera congelado.