Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

ES DE MADRUGADA Y ESCRIBO

 

 

Es de madrugada y escribo, son las cuatro cuarentaicinco de la mañana

me siento como un leño en el fuego que se está extinguiendo

o como un mendrugo de pan sobre la mesa,

qué muerte tan lenta es el silencio

¿por qué el silencio es mudo? Es tal vez la única solución

o el antídoto para esta muerte lenta de recuerdos.

 

Hoy VII de febrero del 2011     –una fecha que no me dice nada-

Es callada la hora en que escribo

sólo percibo el sonido del tecleo en la “lap-top”

y la resonancia   interminable del refrigerador.

A veces cerca de la ventana que da al comedor,  se percibe el ruido al pasar

de algún coche o una moto…

 

                        por eso digo que el silencio es mudo:

camina de puntillas para hacernos recordar.

 

Cada instante que pasa es una ola de nostalgias

-si yo escribiera otro libro sería de mis memorias-

Pero no tendría introducción ni tampoco índice  ¿para qué?

Las hojas de los árboles se desprenden y nadie dice nada.

Así somos nosotros una pequeña partícula

entre mil cromosomas;

una pequeña isla en el centro del mar.