syglesias

CUANTO desearĂ­a DECIR tu querido NOMBRE

CUANTO desearía DECIR tu querido NOMBRE:





Por estar sufriendo en soledad a la espera impredecible de verte pasar, pero hay algo invisible en el ambiente que me impide liberar las ganas cautivas del alma y mordiéndome los labios hasta casi verlos sangrar, con un nudo en la garganta que ahoga sentimientos reprimidos, con el rostro oculto tras una lágrima en la oscuridad, observo alejarte una vez más, sin mirar atrás, lentamente, perdiéndote de mi vista, escuchando solo entonces, tu lento e inequívoco taconear, sobre el frio piso, que como cualquier eco, se va adormeciendo en la distancia, de tu arduo caminar...,

Al recordarte hoy aquí ausente, mas, de lo que podría imaginar y soportar en soledad, no besándote al amarte en tus anhelados brazos, acariciando la suave piel de tu cuerpo, fueron muchos los años felices en mutua convivencia, como para pronto olvidar con el cerrar de ojos, ese mundo maravilloso, blanco de luz, amor y paz, que nos rodeó, cada amanecer al despertar, con un beso en tus rosados labios y una flor que aguardaba sobre tu deseoso pecho desnudo, el abrir esperado, por tus ojos glaucos, viendo dibujar una sonrisa de blancas perlas en tu boca...,

Con énfasis en la voz, sin llegar a desquebrajarse en el aire, por la continuidad de aquellas palabras precisamente inconclusas, que ayer quedaron pendientes, retenidas en mi boca quemándola todo este tiempo, al no querer notar, recordando mi presencia frente a ti, vida mía, por los espacios dilatados y no dedicados para un sincero diálogo, para juntos poder encontrar civilizadamente, esos puntos de coincidencia al evaluar nuestros errores del silencio, aplicando luego lo aprendido, mirándonos fijamente a los ojos, sin reglas y condiciones nunca más que cumplir.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 05022011 12:15 PM.