Sammantha

Más que un sueño

Más que un sueño
Más que un suspiro

Dormí para soñar
para despertar de un peor sueño

"Dormía con los ojos abiertos
y despertaba de un peor sueño” Benedetti.

Y cuando al fin conseguí que mis parpados pesaran,
sin recordar que pasó después...

Te acercaste, pero yo sin antes verte, sabía que era tu presencia, con aquellos pantalones que sueles usar, aquellos tenis que hacen verte informal. Te recorrí de pies a cabeza lentamente, tu sonrisa pausada iba dibujando una igual en mi rostro; tenías la cabeza rapada, lo cual me sorprendió y mostro grandes vivencias tal vez dolorosas.
Y te conozco tanto, que pude reconocerte solo con el ritmo de tus pasos.
Acercándote lenta y pausadamente sonriendo, yo preparaba algún saludo, y nuestras miradas decían algo y tantas cosas que solo cruzándose comprendimos.
No sé, quizá fue lo que quiero pensar, tu llegada, tu incierta llegada, una señal, una esperanza.
Un sueño, una pieza en desorden, un despertar doloroso, porque abrí mis ojos antes de abrazarte y compactarme en tu piel.
Un vistazo a la realidad, y aunque hayan sido tan sólo 5 minutos de sueño, aún te espero o espero la siguiente pieza, en realidad, o por lo menos en mi sueño tenerte de nuevo.
Y aún te espero, porque quiero desafiar a la ciencia permitiéndome soñar más de 5 minutos, incluso más de una vida.
Porque un lucero en resplandor me enseñó que somos amor suspendido, de aquel amor apasionante, doloroso, amor suspendido, acortado hoy, encontrado mañana.
Y camino por un mañana, y miro y observo con esperanza, esperanza de encontrarte, entre tanta gente, es lo único que resulta a mi constante cabeza con la vista hacia el suelo, y logro erguirla un poco, para buscarte, para encontrar una respuesta en el cielo, una señal en el suelo.


Entonces tu rostro era tan lúcido y claro como ninguna otra persona, con esas señas particulares de ti, con esos ojos que me reflejaban luz que salpicaba: me suplicaste un beso, y yo, sin más resistencia me acerque con el dolor o la inmensidad de una gran alegría indescriptible que se clavaba en mi pecho, y me acerqué, mi cuerpo estremecía, nuestros ojos eran brillosos y fijos uno sobre del otro, el gesto frente a frente era sin expresión, sin descripción, el nudo vino a mi garganta y las lágrimas quisieron salir, no dijimos nada y saboreamos por un poco más de 5 segundos lo cálido de tus labios, y me separé para abrir los ojos y ver tu mirada, después volví a juntar mis labios con los tuyos y era así de nuevo, como si lastimara. Mi mano acariciaba lentamente tu cara dibujando un poema, susurrando un te amo.
Pero simplemente es algo que no se puede escribir, que no sé cómo decir.
Fue más que un sueño, que lástima que solo fue un sueño, que lástima que no estás, que lástima.


Sammantha