Luisa Arias Soto

Azares del Destino


Azares del destino, en tu boca pérdida me encuentro.

¿Por qué jugar con fuego? Sabiendo que me puedo quemar,

y que mi vida puede colgar de un hilo

¿Es que el fuego se hace celestial?

 


Bendita incertidumbre que respeto

y a la vez que rápido deseo aclarar,

para seguir sin estos pasos mal dados

o en una marcha sin cuidado.

 


Pero te veo callado, te siento lejano y tu piel

tan cercana, tan caliente,

envolviéndome entre misteriosas sonatas

y murmullos que deseo cerca,

devorándome entre una pasión extraña que quiero probar,

en mis emociones de ardientes veranos,

de dulces besos, de raros labios.


 

Y amanecer a tu lado columpiándome

en las suaves laderas que recorren tu cuerpo,

entre sabanas misteriosas, entre tus sentimientos atolondrados.

Y en tus ojos refugiarme y buscarte entre pasiones prohibidas,

y magias sin magos.

 


Tú el que me conoció de repente y ahora no estás,

porque tu estar es diferente al mío,

tu ritmo es el de la libertad que me diste a probar,

pero que, sin embargo, me siento vulnerable a ella,

sin querer sentir más que la carne cuando yo sé bien

que es difícil separarla del espíritu,

cuando lo tántrico te desafía y desearías

probar más que solo piel y carne…

¡Cuando te doy una caricia y me la correspondes!

 


¿Para que tanta mentira si vas a echar todo en un baúl con tus demás recuerdos?

… Y quedare ahí sin más refugio que las noches que viví contigo

y las tardes de locura interminable que sembré en tu vida….